FASCINATION ABOUT VIERA VIDENTE

Fascination About viera vidente

Fascination About viera vidente

Blog Article

Gurdjieff, because ofño de un método esencialmente práctico de la “conquista del yo”, ha expuesto estas Suggestions con especial claridad. Para él existen cuatro estados de conciencia. El hombre vive solamente en los dos primeros: el sueño y la vigilia ordinaria. Los estados superiores de autoconciencia y conciencia objetiva, le son inaccesibles. El estado de sueño es pasivo y absolutamente subjetivo; pero cuando el hombre despierta y creyendo que ha tomado el gobierno de su personalidad comienza a actuar, permanece aún inmerso en el sueño y su actividad es obviamente peligrosa.

Se impone entonces, además de la acción agresiva, acentuar la búsqueda en el interior del hombre. El surrealismo se convierte en un centro de experiencias y practica un escepticismo constructivo, teñido de esperanza en la posible evolución del yo. Considera indispensable encontrar el acceso a un grado exceptional de comprensión y se coloca en el terreno de la psicología­ esotérica al convenir que el hombre puede transformarse y alcanzar un nuevo nivel de sí mismo. Si la destrucción de las repeticiones y las reacciones habituales había sido el comienzo de la ascesis, en adelante, habrá que vivir conscientemente y tornar receptivo el espíritu para posibilitar el nuevo nacimiento­.

La ascesis surrealista se mostró insuficiente para llegar al fin de la aventura, sus técnicas no poseían el rigor requerido y las mágicas linternas que debían iluminar la superrealidad se revelaron imperfectas y gastadas. El surrealismo se mostraba impotente por superar la primera ruptura con lo racional y lo smart.

Insistiendo en el simbolismo de la alquimia, Le Breton supone que el personaje que dice “yo” en el primer verso, es el Plutón alquímico, que representa a la tierra filosófica oculta bajo el colour negro. Por nuestra parte, consideramos a la primera cuarteta relacionada exclusivamente con el Tarot. Nerval, identificado con el ídolo tenebroso, lamenta no poder alcanzar la verdad representada por La Estrella y predice mediante el “sol negro”, el término de su vida.

Desde la pérdida de la “totalidad psíquica” siempre existieron hombres especialmente aptos para actualizar las estructuras mentales arcaicas y reencontrar, más allá de la pluralidad aparente de las formas, el acceso que conduce a la percepción del universo mágico de las analogías o mundo multidimensional de las causas.

Ambas “desviaciones” perdieron su vigencia y hoy pertenecen a la historia del arte o a la de los sueños irrealizados. El surrealismo literario fue fulgurante y positivo, el surrealismo político fue quimérico y muy pronto mostró sus limitaciones insalvables. Pero tanto uno como otro fueron signos exteriores de un pensamiento trascendente, la corteza –ahora caduca, expuesta a la crítica y a las “defunciones” prematuras– que guardaba el verdadero sentido de una unforgettable pero equívoca insurrección del espíritu.

Como en las antiguas pruebas de Eleusis, en que los sacerdotes preparaban el temple de los futuros depositarios de la ciencia sometiéndolos a peligrosísimas pruebas, Gerardo ganó su derecho a conocer las voces de la intuición y de la música del alma.

Apresado por el temor se esfuerza en olvidar, se propone respuestas y acude a los razonamientos, pero ese senti-miento obsesionante ya se ha instalado en él y comienza a crecer la contingencia.

De todos modos, el hombre considerado “primiti­vo” conserva, aunque sensiblemente deformadas, ciertas características del hombre primordial. Por ello el estudio sin prejuicios de su estructura psíquica puede permitir una aproximación a la mentalidad de aquellos que vivieron los mitologemas en un mundo distinto donde los Dioses efectuaban los gestos ejemplares y con sus actos fundaban la civilización.

       Desde un cierto punto de vista, se puede decir que todo gran poeta descubre el mundo como si asistiese a la cosmogonía, por cuanto se esfuerza por verlo como si el Tiempo y la Historia no existiesen. Todo lo cual recuerda addedñamente el comportamiento del hombre de las sociedades tradicionales.22

Admite el devenir y el fluir heracliteano,­ se complace en la cambiante multiplicidad de lo Uno en el mundo y busca participar en él y vivir sus transformaciones para hallar de esa manera la senda del retorno a la Unidad. El místico temporalista, al regresar de los niveles de la supraconsciencia, se considera un colaborador de las energías creadoras, un vidente capaz de descifrar los signos, y actuar see this en consecuencia interpretando los designios divinos.

Para el poeta, como para el ocultista, lo esencial consiste en obtener un nivel de conciencia donde no rijan los opuestos y pueda experimentarse el universo enlazado por las correspondencias. Esta aprehensión permite situarse en un punto inside de perspectiva única, desde donde la gestión poética y la gestión ocultista parecen singularmente idénticas. El mundo smart, que nos revela el ejercicio ordinary de los sentidos y que la ciencia se esfuerza por tornar inteligible no es más que un aspecto del mundo.

El hombre se corresponde con el mundo y puede conocer conociéndose. El poeta intuye por la analogía la unidad espiritual del mundo y establece relaciones entre las cosas creando un método de conocimiento simbólico que es también el del ocultismo. La poesía es “una cosa y todas las cosas”, por eso el poeta “comprende la naturaleza mejor que el sabio” y puede llegar a conocer el program del universo: La character est un temple où des vivants piliers…

Lo essential del sentido genérico del ocultismo, sin embargo, se debe a Éliphas Lévi y al éxito de su obra, Dogme et rituel de la haute magie (1856). Sostenía que en las doctrinas secretas de los hebreos, caldeos y egipcios se encontraba la solución para el retorno a la unidad de la ciencia y la religión8. Y si volvemos a la línea de los impulsores del valor de lo oculto que se encubre bajo lo normalmente aceptado como significativo –percepción smart, razonamiento e intelección– desde Alberto Magno al abate Juan Tritemio pasando por Nicolás de Cusa y alcanzando en la misma línea alemana a Cornelio Agripa,nine observamos que lo importante no es llegar a intuir o palpar lo que se oculta entre las apariencias, cuanto ahondar eficazmente lo oculto, la naturaleza de lo inmanifiesto.

Report this page